Según la leyenda, esto es el celebérrimo recopilatorio Legend, publicado después de la muerte de Bob Marley; Catch A Fire es el primer disco que cuenta de Bob Marley & The Wailers, lo cual no es ni mucho menos cierto.
Cuando Catch A Fire apareció en abril de 1973, Bob Marley, Peter Tosh y Bunny Livingstone llevaban más de 10 años de carrera, habían grabado otros cuatro discos y publicado decenas de sencillos, eran una banda, no Bob Marley y los Wailers, sino simplemente The Wailers, y eran el grupo más popular de Jamaica desde mediados de los 60.
Eso sí, dicho esto, no quiero restarle ningún mérito a un disco que sigo considerando mi favorito tanto de los Wailers como de Bob Marley en solitario y que terminó de definir el sonido del reggae para el público occidental y abriendo la puerta para el resto de artistas del género.
El caso es que en 1972 el reggae estaba comenzando a abrirse fuera de Jamaica, fue el año de The Harder They Come, película y banda sonora, de Jimmy Cliff o del éxito del cantante estadounidense Johnny Nash con “I Can See Clearly Now”, un cantante al que los propios Wailers habían introducido. a mediados de los 60, en el mundo de la música jamaicana.
Precisamente el cantante y compositor principal de la banda se había marchado un año antes con Nash a Suecia para componer junto a él las canciones de la banda sonora de la película en la que iba a salir, ese mismo año había tenido un gran éxito en Reino Unido con una versión de un tema de Marley, “Stir It Up”, que los Wailers ya habían grabado en 1967.
El caso es que después de Suecia, Marley se marchó de gira con Nash por el Reino Unido a finales del 71, pero tras un fallido intento de buscarse la vida en solitario, volvió a Jamaica y se reunió de nuevo con Tosh y Bunny Wailer. Juntos volvieron a Inglaterra para una gira y con el propósito de grabar un disco para CBS, que les tenía contratados en su rama internacional. Las sesiones no llevaron a nada por problemas con los productores, además de un Bunny que echaba de menos la marihuana jamaicana, y al final se quedaron sin dinero y sin poder volver a Jamaica.
De esta situación les sacó Chris Blackwell de Island Records, un seguidor de la banda que ya había intentado distribuir varios de sus sencillos hechos en el Studio One de Kingston en el Reino Unido. Blackwell confiaba tanto en ellos que decidió adelantarles 4.000 libras y comprarles billetes de vuelta para Jamaica con la promesa de que grabaran un disco para su sello.
Una vez en la isla la banda se puso manos a la obra, decidieron repescar algunas canciones significativas de su carrera, como la propia “Stir It Up”, y grabar algunas nuevas, en la grabación Marley es el cantante principal y toca la guitarra acústica, Tosh canta en un par de temas suyos y hace las armonías junto a Bunny Wailer, además de tocar la guitarra eléctrica y los teclados, Wailer hace las armonías y toca los bongos, y el resto de la banda está formada por la increíble sección rítmica formada por los hermanos Barrett, Aston “Family Man” al bajo y Carlton a la batería, también aparecen Robbie Shakespeare, de Sly and Robbie, tocando el bajo en “Concrete Jungle”, Tyrone Downie tocando el órgano en “Concrete Jungle” y “Stir it Up”, Winston Wright tocando el órgano en el resto de las canciones, Alvin “Seeco” Patterson tocando percusión en varias pistas y también se puede escuchar las voces de Rita Marley, la mujer de Bob, y su amiga Marcia Griffiths, dos de las tres I-Threes que terminarían sustituyendo a Tosh y Wailer en las armonías cuando se separase la banda.
En diciembre de 1972 Catch A Fire estaba terminado y Bob Marley viajó a Londres para entregárselo a Blackwell. Este quedó encantado con el resultado, pero decidió añadir algunas cosas para intentar conseguir al público blanco del rock. Así, Wayne Perkins, legendario guitarrista de sesión de los estudios Muscle Shoals fue traído para meter un solo en “Concrete Jungle”, el estupendo wah wah de “Stir It Up” y el slide en “Baby We’ve Got a Date (Rock It Baby)”.
El resultado era magnífico, la mejor banda de reggae posible, con el mejor compositor del género y unos brillantes solos de guitarra que guiñaban el ojo al mundo del rock. Parece claro que Marley estuvo de acuerdo con los añadidos y, posteriormente, contrataría un guitarrista solista para su banda de acompañamiento. El caso es que Catch A Fire se abría con la brutal “Concrete Jungle”, una de las mejores canciones de su carrera en la que Marley denunciaba la dura vida que llevaba la población negra en Jamaica: No hay cadenas alrededor de mis pies pero no soy libre, sé que fui atado y traído aquí en cautiverio. Y nunca he conocido la felicidad y nunca he conocido dulces caricias… Una canción combativa pero a la vez con una melodía irresistible y unas armonías, a cargo de Tosh y Wailer, absolutamente gloriosas.
La parte más luchadora de los Wailers seguía con “Slave Driver” y el “400 Years” de Tosh, una canción que demostraba que los Wailers eran mucho más que su cantante y compositor principal. Pero “Baby We’ve Got a Date (Rock It Baby)” y “Stir It Up” demostraban que había otra cara de los Wailers, más allá de la política y revolucionaria, se trata del lado más romántico de Marley, uno de los mejores escritores de canciones de amor, del que estas dos canciones son dos maravillosos ejemplos en Catch A Fire.
Blackwell y Island sabían que tenían una maravilla entre manos y cuidaron su producto, el disco salió a la calle originalmente con una portada que imitaba a un mechero Zippo e, incluso, se abría como uno. Catch A Fire en esta portada primigenia estaba acreditado a los Wailers. Pero esas portadas eran caras y costosas de hacer, y solo se hicieron 20.000 copias (ahora mismo es uno de los tesoros más buscados por los fanáticos del vinilo). El disco no fue un éxito absoluto pero en sus primeras semanas vendió 14.000 copias, así que para las siguientes ediciones se cambió el diseño original por un primer plano de Marley fumando un porro y el cambio en la designación del artista, ahora sí, eran Bob Marley & The Wailers.
Algo que posiblemente hizo Blackwell después de ver a los Wailers en directo y ver el imán de miradas que era Bob, principalmente entre el público femenino. Claro que los otros dos Wailers nunca perdonarían a Blackwell, al que Tosh comenzaría a llamar “Whiteworst”, por haberles dejado de lado. El caso es que solo les quedaba un disco juntos pero, también, el éxito internacional.
Pero eso sería en otro capítulo de esta historia, en este la figura más importante de la música jamaicana encontró la fórmula perfecta para triunfar en Occidente y la utilizaría sin reparo en el resto de su carrera, una carrera a la que todavía le quedaban varias obras maestras como Burnin’, el último disco juntos que grabaron el trío original, Natty Dread o Exodus, pero que encontró en Catch A Fire el disco con el que se mide el resto y, en mi humilde opinión, no consiguieron superar (aunque Natty Dread sí lo consiguió igualar).
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