Quizá el maravilloso ambiente creado en el café me hizo sentir en exceso, pero tuve la sensación de que a través de la luz de cada vela se comunicaban los universos paralelos donde habitan los artistas intratemporales del mundo.
He tenido la oportunidad de asistir a la Hypexperience Café de la muerte en el Café de las Horas el pasado jueves. He tenido la oportunidad de experimentar lo que existe alrededor de la muerte entre seres humanos normales y corrientes. Así como yo.
Tengo que reconocer que he conocido a seres humanos fallecidos que están muy vivos.
He conocido a Franz Schubert, a través de un cuarteto de cuerda de jóvenes intérpretes que me han regalado una parte de su obra titulada La muerte y la doncella. He conocido a estos jóvenes, vivos, muy vivos, que con sus ganas de vivir se han organizado en un grupo llamado 2 i 2 Quartet. Violines y chelos que resucitarán, en maravillosos momentos de vida, a todos aquellos que algún día pasaron por aquí y tenían algo que decir a través de su música.
He oído, visto y sentido interpretar a Catalina Leonarte poesía que hablaba de la muerte y que escribieron grandes poetas que tampoco están ahora con nosotros, pero que a través de la voz de Catalina estaban tan presentes como cualquiera de los que alrededor de las mesas del café de las horas llenábamos el lugar. Impresionante declamación de cada poema ¡Cuánta vida puesta en ello! El vello erizado en cada frase y movimiento de la Leonarte.
Ante estas experiencias, vivencias, sensaciones…, el postureo no tiene cabida. Lo social se ausenta motu proprio del café y es, en ese mismo instante, cuando la vida y la muerte se entremezclan en divinas proporciones para descubrir la verdadera esencia de la vida, de la creación, del ser humano y de la muerte. Es, en ese instante, cuando el tiempo carece de sentido y el espacio es el que es porque tiene que ser. El presente se convierte en pasado, para ir creando un futuro inmediato, donde las emociones se sienten en algún lugar que nada tiene que ver con lo físico y donde nuestra mente conecta implacablemente con esa substancia que algunos mal denominan Bosón de Higgs o partícula de Dios.
Quizá el maravilloso ambiente creado en el café me hizo sentir en exceso, pero tuve la sensación de que a través de la luz de cada vela se comunicaban todos los universos paralelos donde habitan los artistas intratemporales del mundo. Aquellos que declinan con pasión el verbo ser y no entienden muy bien lo que es el verbo tener. Aquellos que escuchan su interior y desconocen la ficción…
¿Será el arte la manera de ser infinito, inmortal?…… ¿de ser eterno?… ¿de vivir?
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