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Cultura

El Andy Warhol de hoy

En 24 Hours NY People, Cultura lunes, 23 de junio de 2014

Irene Crespo

Irene Crespo

PERFIL

El museo Whitney de Nueva York se despide de su antigua sede con una gran exposición. La mayor retrospectiva dedicada a un solo artista. EL ARTISTA: Jeff Koons.

20 años han tardado Jeff Koons y su equipo (de 120 personas en los momentos altos) en terminar Play-Doh. La ideó en 1994, cuando comenzó la serie Celebration, en homenaje a su hijo Ludwig, de quien se tuvo que separar cuando su ex mujer (ex actriz porno y ex política italiana), La Cicciolina, se lo llevó a Italia. Una celebración de la infancia, de los objetos de la infancia, dentro de la que hay piezas que devolvieron la fama a Koons y, de hecho, le convirtieron en noviembre del año pasado en el artista vivo más caro cuando Balloon Dog (Orange) se vendió en una subasta por 58,4 millones de dólares.

20 años ha tardado Koons en terminar Play-Doh, porque ha estado 20 años intentado dar con el material adecuado que imitara al del juguete moldeable más famoso del mundo. Koons, artista de lo imposible y de la ambición sin medida, que empezó siguiendo a Duchamp y Warhol en la elevación del objeto cotidiano, prefiere quitarle el valor al proceso y a la performance para dárselo al espectador, al que contempla su obra, que se ve reflejado en ella en esos aceros inoxidables que ha creado y moldeado como si fueran juguetes. Aunque juguetes increíblemente elaborados y caros.

La gran escultura será también la gran estrella de la retrospectiva que el museo Whitney de Nueva York le dedica al artista para despedirse por todo lo alto de su edificio del Upper East Side y mudarse en 2015 a su nueva sede, diseñada por Renzo Piano, en el barrio cool de Meatpacking.

Jeff Koons, One Ball Total Equilibrium Tank (Spalding Dr. J 241 Series), 1985.

Jeff Koons, One Ball Total Equilibrium Tank (Spalding Dr. J 241 Series), 1985.

Formada por 27 piezas, ensambladas por primera vez para esta ocasión y metidas por el museo después de una gran obra de ingeniería, es una de las novedades de la exposición que repasará toda la carrera del artista que empezó en su pueblo de York (Pensilvania), admirando a Dalí, vendiendo lazos y papeles de regalo por las puertas y pintando cuadros que su padre vendía en su estudio de diseño de interiores.

Todo el Whitney (salvo una planta) estará ocupado por su polémica obra (aunque cada vez menos gente discute su lugar en el arte contemporáneo), más de 150 piezas: desde las aspiradoras nuevas en vitrinas de la serie The New con la que debutó, también en Nueva York, en 1980; a los ballones suspendidos en tanques de agua (Equilibrium) o a los pocos restos que quedan de su serie más controvertida Made in Heaven, pósters y esculturas de una falsa peli porno que interpretó él mismo con La Cicciolina, y que él  destruyó cuando la actriz se marchó llevándose a Ludwig. Pasando por Popeye, los Balloon Dog, claro; y su homenaje a la fama, con Michael Jackson y Bubbles en oro.

De aquel periodo negro en el que Koons entró tras Made in Heaven, salió su serie más conocida, Celebration, que, 20 años después, por fin verá casi terminada cuando el día 27 de junio el Whitney inaugure el gran evento artístico del año en Nueva York.

Jeff Koons, Michael Jackson and Bubbles, 1988.

Jeff Koons, Michael Jackson and Bubbles, 1988.

Jeff Koons: A Retrospective estará en el Whitney de Nueva York del 27 de junio al 29 de octubre. En noviembre viajará al Centro Pompidou de París. Y en el verano de 2015 estará en el Guggenheim de Bilbao.

*La exposición se completa fuera del Whitney con su escultura-jardín Split-Rock delante del edificio Rockefeller, expuesta por primera vez en EE UU.

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