La directora catalana ha terminado el rodaje de Brava, protagonizada por Laia Marull, y esto es lo que nos han contado ambas sobre la película que se estrenará en 2016.
Tras Lo mejor de mí, una opera prima multipremiada -entre otros galardones, con el de mejor actriz a Marian Álvarez, en Locarno, y Sant Jordi al mejor debut a su directora-, capaz de aunar el éxito de la crítica y el público, Roser Aguilar se encuentra ahora en plena postproducción de su segunda película, Brava. Rodada en el Ampurdán, Barcelona y Valencia, está protagonizada por la ganadora de tres premios Goya, Laia Marull, Emilio Gutiérrez Caba (Palmeras en la nieve), el suizo Bruno Todeschini (La delicadeza), Sergio Caballero (Los chicos del puerto) y Francesc Orella (Lasa y Zabala).
En un descanso del rodaje, la directora y la protagonista de Brava desvelaron para EL HYPE las claves de su película. Laia Marull, una actriz de sólida y larga carrera, cuyo físico elegante y delicado ha encarnado a mujeres sometidas a fuerte presión emocional, mira a los ojos y desaparece de inmediato su aparente fragilidad. “La historia de la mujer que interpreto, Janine, es una vida sacudida por un suceso, mi personaje está inmerso en la vida urbana, le va bien, tiene pareja y trabaja en un banco. Supuestamente, tiene una buena vida, pero cuando se enfrenta a una experiencia terrible, aparte de sufrir su propia bajada a los infiernos, experimenta un replanteamiento absoluto de su vida, en la que se movía por pura inercia.”
En su segundo filme, Roser Aguilar trata esta especie de anestesia generalizada que la sociedad occidental moderna genera en los individuos. A pesar de la reciente muerte de su madre, la vida de Janine parece ir muy bien. Pero todo se desmorona cuando un día sufre un asalto en el metro y presencia una agresión. Janine queda atrapada entre la culpa y el miedo. Ya nada volverá a ser igual. Se aleja de su pareja, trata de huir de su tormento interior y se marcha al pequeño pueblo donde ahora vive su padre. Allí conoce a Pierre, un hombre extraño que hace esculturas con hierro. Janine trata de ocultar a todos sus heridas y temores e intenta relajarse, en un entorno que no es tan idílico como parece. Entre la culpa por no declarar todo lo que vio y la necesidad de sobrevivir al dolor, Janine entra en una espiral autodestructiva, hasta que toca fondo y estalla. Finalmente se enfrenta a la realidad como única salida, para tomar las riendas de su propia vida. El filme plantea la necesidad de reencontrarnos, resultando un alegato a favor de la esperanza y la confianza, imprescindibles para volver a estar vivos.
La idea original de la película es de su directora: “El proceso de escritura empieza en 2007, coincidiendo con la promoción internacional de Lo mejor de mí. En Locarno, me vino la imagen de dos actores: una situación entre una hija y un padre, ese fue el germen. En 2008, cuando me planteo rodar una nueva película, se suma a aquella primera idea una historia personal de duelo, que viví de forma muy próxima, en la que se cuestionaba qué hacer en la sociedad actual cuando hay poca esperanza, de qué recursos personales disponemos… y eso aun me llevó a preguntarme más cosas y a investigar. Por otra parte, dos sucesos reales ocurridos en esa época vinieron a reforzar mi preocupación por las situaciones de violencia gratuita, de agresividad sin sentido: Uno, el homicidio del marido de la alcaldesa de Esparraguera, por parte de dos jóvenes a los que llamó la atención por su conducta; El otro, la desgraciadamente famosa agresión al profesor Jesús Neira, al defender a una mujer en una discusión de pareja. Todo ello me condujo a reflexionar sobre nuestra mínima capacidad para reaccionar en esas ocasiones, sobre el dolor y la agresividad.”
La primera película de Aguilar fue destacada por una exhaustiva escritura de guion (en colaboración con Oriol Capel), al que dotó de consistencia y madurez bien matizada, para dar vida a una historia de amor enfrentada a una gran prueba, así como por el relevante desarrollo de su protagonista femenina, una conmovedora Raquel interpretada por Marian Álvarez. Esa preocupación y exigencia por la escritura son casi una obsesión para la directora: “Escribí sola las primeras cinco versiones, pero como me ocurrió con Lo mejor de mí, siempre me parecía mejorable. A partir de ahí, empecé a colaborar con Alejandro Hernández, autor, entre otros, de los guiones de Caníbal y Todas las mujeres. El trabajo en común fue muy importante, los referentes de ambos nos enriquecieron mucho, mejoró la fluidez del guion, del que hicimos otras dos versiones. Creo que no es una labor en balde, el público percibe ese cuidado, esa atención, ese trabajo.”
La sedimentación conseguida con un guion tan laborioso es básica en el trabajo directorial, como reconoce la directora catalana: “Como directora y guionista, en mi película anterior me interesó sobre todo la relación amorosa, los cambios de percepción y los sentimientos, pero en Brava deseé ir más allá. He buscado la relación con hechos que afectan a toda la sociedad, entrando en cuestiones más complejas, he querido plantear la situación de una mujer a la que aparentemente le va bien, pero que entra en crisis a causa de un hecho violento, llega a desmontarle su esquema vital para profundizar en ella misma…”
Por su parte, Laia Marull, una de las mejores actrices españolas, se muestra agradecida por interpretar a Janine. Con su su voz capaz de convertir un susurro en una declaración de principios, nos contó que Brava “Es una historia muy bien contada, con un guion bien ligado, que profundiza en mi personaje, pero sin resultar en absoluto panfletario, nunca se dice como deberían ser las cosas, entra en el interior de una persona en un momento muy especial de su vida. Brava muestra qué hacemos en una situación límite, muestra el horror de tener un enorme dolor y no saber dónde meterlo”. Laia Marull es una actriz que no deja las tablas, reciente su interpretación protagonista en la película La madre, de Alberto Morais, ya está a punto de debutar de nuevo en el teatro: “Últimamente he trabajado varias veces en Valencia, donde me encuentro muy a gusto, mi próximo proyecto es La llista, de Jennifer Tremblay, un monólogo que se estrena en enero en el Espai Lliure (Montjuïc), dirigido por la actriz Allegra Fullton, protagonista del montaje original.”
Brava está producida por Setmàgic (Oriol Marcos), Iberrota Films (Fernando Victoria de Lecea), TvOn (Paloma Mora) y TV3, con el apoyo del ICAA, MEDIA e ICEC. Con un presupuesto ajustado, Aguilar reconoce que “En producción no tenemos tantos recursos como querríamos, pero gracias a la excelente base de partida todo ha sido más fácil”. Respecto a la creciente presencia de mujeres al otro lado de la cámara, la directora destaca su importancia en esta película: “Hay muchas mujeres en el equipo de Brava, desde producción, montaje, directora, protagonista -aunque hay varios actores secundarios-, no puedo evitar el punto de vista de mujer, lo reivindico y creo que es necesario. A pesar del porcentaje mínimo de directoras de cine, está comprobado que el público quiere ver a través de los ojos de una mujer.”
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