Hyper’s Bazaar: pajaritas, versos & calcetines

Para despertar vuestras envidias insanas, mensualmente os confesaré mis marcas preferidas, para que las fichéis, las luzcáis mejor que yo y consigáis que me deprima.

Inauguramos sección. El último lunes de cada mes, servidor os propondrá una selección de productos que le pirran. Moda, deco, gastro, lifestyle… Todo tiene cabida en este bazar mensual, en el que encontraréis las pautas para ser verdaderamente modernos, unos hypers 360º.

Como buen valenciano, soy partidario de los sobornos y el nepotismo, y tengo buenos e influyentes amigos en Madrid. Por eso, abre esta terna la marca de pajaritas de mis queridos Jorge y Antonio, Las Pájaras. Este par de habilidosos costureros convierte corbatas antiguas en fabulosas pajaritas, idóneas para marcar la diferencia en la oficina, en una boda o porque sí (que es la situación que más me gusta).

Se proveen de viejas creaciones de firmas como Versace, Loewe o Pierre Cardin -me confesaron que cuentan con sus dealers clandestinos- y con sus manitas les dan una segunda vida. Yo les tengo encargada la transformación de una Valentino de mi difunto padre para poder lucirla el día de mi boda. Os regalo la idea. Podéis contactarles a través de su Instagram, os harán llegar vuestra pájara en una encantadora cajita de cartón con agujeros, para que respire y pueda agitar briosa sus onduladas formas cuando la amarréis a vuestro cuello. La mía es una Balmain de los 90, que cuesta 30€.

A todos los que nos lo han llamado en el patio del colegio, hojear “Niño Marica” (Ed. Hidroavión, 2015) nos traslada a una misma época: aquellos años 90 de chándales de tactel multicolor y tardes de Campeones en Telecinco. Tendríamos 10 ó 12 años y bajábamos al recreo, con nuestras gafas de empollón, nuestros brackets y nuestros bocatas (el mío de pan integral, que servidor además era niño gordo) y pasábamos de jugar al fútbol o con los tazos, nos sentábamos a parlotear en un rincón. Así éramos y así, imagino, era también el propio autor del poemario, Óscar Espirita, que es hoy un bello, espigado y patilludo mozo, al que le quedan estupendamente las camisas vintage, y que se confiesa fan de Gloria Fuertes. En mi opinión, la principal virtud de sus versos es retratar con naturalidad -porque así vive el niño marica su diferencia- los sentimientos, los descubrimientos, los primeros desengaños de los homosexuales de la generación de Naranjito.

Sabéis de mi amor por los calcetines de colores, el complemento idóneo para restar seriedad a un traje, saltarse la etiqueta y cubrirnos los tobillos, que ya los hemos expuesto en demasía durante el verano. Los calcetines de Socketines, diseñados y fabricados en España, son mis elegidos este otoño para animar con rayas, lunares, diamantes la parte inferior de mis looks. Particularmente, adoro su paleta de colores, que no le tema a mi amado fucsia, y lo confortable que resulta enfundar los pinreles en su algodón orgánico. Echad un vistazo a su catálogo, elegid entre caña alta o caña media, y lucidlos: os convertiréis con orgullo en miembros del club de los #feetichistas, la etiqueta con la que esparcen su mensaje a través de sus redes sociales.

¿Os han gustado mis propuestas?

¿Tenéis una marca y querríais verla en el próximo Hyper’s Bazaar? Escribid a contacto@elhype.com y preguntad por mí.