La alfombra roja de los Globos de Oro no fue precisamente un modelo de elegancia y estilo, aquí tenéis unos ejemplos de outfits elegidos por el enemigo.
Regina King, de la serie American Crime, comete precisamente un crimen estilístico con este atuendo de escamas doradas y capa blanca.
Será de Dior, pero el corte de ese vestido hace que Jennifer Lawrence parezca un clic de Playmobil.
El Givenchy de Cate Blanchett es un gozo, a pesar de que los flecos se le despeluchan a la altura de las rodillas: las estrellas también se enganchan.
J. Lo, asomando la patita, como quien para un taxi cuando no lleva suelto y ya sabe cómo va abonar la carrera…
Alabaría el Dolce & Gabbana de Kate Bosworth -es muy complicado lucir un palabra de honor con lentejuelas rosas y doradas y salir airosa- si mis ojos no sangraran a ver los botines con elástico de su esposo, el también actor Michael Polish.
¿Era la noche de los maridos empeñados en boicotear el look de sus mujeres? Si no, no me explico lo de las zapas del de Olivia Wilde…
Lady Gaga, sabiéndose ganadora, optó por la discreción: llevó un Versace cuando lo habitual en ella es ir de mamarracha (que según como lo pronuncies, también parece una maison italiana). Además, ya que American Horror Story: Hotel es un constante homenaje a El Ansia de Tony Scott, la Germanotta hace bien en ir vestida de Catherine Deneuve para la ocasión.
– ¿De qué vas Julianne?
– Voy de Ford.
– ¿De Tom Ford?
– No, de carrocería de un Focus.
Que tu marido sea septuagenario, querida Calista, no implica que tú debas vestir como una señora de su edad.
Que seas una septuagenaria fabulosa, querida Jane, no hará que te perdone que te plantes en una ceremonia vestida de:
A) Cupcake.
B) Tejado de uralita.
C) Concha de vieira.
Eva Longoria lucía un diseño inspirado en las bomboneras de porcelana barata que se dan como detallito en las comuniones.
Katy Perry perpetra un atentado contra el buen gusto con este vestido rosa y su cardado… Aunque me juran que es de Prada, parece de Dolce & Chabacana.
El Michael Kors de Kate Hudson le vale también para carnaval, para ir de serpiente que sale de la cesta de un encantador de ídem.
Y el Marchesa de Viola Davis, también: irá perfecta como Vía Láctea en carnaval.
Como Marc Jacobs iba desbordado de trabajo, el vestido para Maggie Gyllenhaal se lo encargaron a la abuelita del diseñador, que llevó una igual para la jubilación de su marido.
Tarantino iba de… resaca, probablemente.
Y cierra la selección Patricia Arquette, un auténtico regalo -literal- para nuestros ojos…
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