El reputado director británico sir John Eliot Gardiner se presenta en el Palau de la Música de Valencia con la orquesta y el coro que fundó hace cincuenta años, para interpretar la monumental Pasión según San Mateo de Johann Sebastian Bach.
John Eliot Gardiner, perdón, sir John Eliot Gardiner es un septuagenario, y grandísimo, director de orquesta y de coro británico, especialmente famoso por sus interpretaciones de música barroca con instrumentos originales y lo que se ha denominado criterios historicistas. El historicismo es un enfoque renovador, que arrancó hacia mediados del siglo XX, y que intenta recrear la interpretación musical tal y como -se supone- que debió hacerse en la época en que se escribieron las obras, fundamentalmente, de autores barrocos como Bach, Handel, Vivaldi y Monteverdi, entre otros. Si es que tal cosa es posible. Pese a las muchas controversias que ha generado -y continúa generando- es indudable que esta tendencia ha enriquecido la técnica de la interpretación musical, ha consolidado una importante corriente y, lo que tal vez sea más importante, ha influido decisivamente en los “criterios de interpretación tradicionales” (dicho sea así para entendernos) refrescándolos y aligerándolos. De todas formas, en esto, como en todo, también hay mucho hooligan…
Gardiner estudió en el King’s College de Cambridge donde, con 21 años, fundó el Monteverdi Choir y en 1968 los English Baroque Soloists, formaciones que ha convertido en legendarias. Con ellas se presenta en el Palau de la Música de Valencia el 11 de marzo para interpretar la monumental Pasión según San Mateode Johann Sebastian Bach.
Además de ser especialista en música barroca, y particularmente en Bach, Gardiner ha realizado más de 250 grabaciones discográficas de un repertorio que abarca desde el Renacimiento hasta la música del siglo XX, pasando por los periodos clásico y romántico: Mozart, Beethoven, Berlioz y Verdi, entre otros. Para interpretar este repertorio fundó en 1990 otra orquesta con el sugestivo y bonito nombre de Orchestre Révolutionnaire et Romantique. Como director destaca por su magisterio, rigor, personalidad y “magia”.
Entre otras hazañas, en 2000 grabó su Bach Cantata Pilgrimage (o Peregrinaje de las Cantatas de Bach) interpretando durante más de un año todas las cantatas sacras del alemán (que sobrepasan las doscientas) en Europa y Estados Unidos. Además, es el presidente del Bach-Archiv de Leipzig, instituto de la Universidad de esa ciudad dedicado a la documentación e investigación de la vida y la producción musical de Bach y de su familia. Johann Sebastian Bach fue durante 27 años, y hasta su muerte, el kantor (o maestro de capilla) de la Iglesia de Santo Tomás de Leipzig.
En 2013, sir John publicó un extenso estudio titulado Música en el castillo del cielo, sobre la vida y la obra de Bach. En él resume los resultados de su dilatada experiencia como director y descubre las principales claves para entender y apreciar las composiciones bachianas: las ideas que las orientaron, sus estructuras y los efectos que producen en los oyentes. El estudio profundiza en la obra y el espíritu de uno de los creadores más geniales de todos los tiempos.
La Pasión según San Mateo, sin duda una cumbre de la historia de la música, es una gran obra para voces solistas, doble coro y doble orquesta, que relata la pasión y muerte de Cristo. Al texto bíblico, que es cantado en los recitativos por un narrador (el evangelista) y los solistas que representan a los personajes principales, se añaden intercaladas arias para solistas y partes corales que glosan el texto del evangelio de San Mateo en la traducción de Lutero. Los textos poéticos de los corales y las arias son obra del escritor Christian Friedrich Henrici, conocido por el sobrenombre de Picander.
La obra es bien extensa (supera las dos horas y media de duración entre sus dos partes) y hay que estar preparado para ello. Pero el esfuerzo tiene su recompensa: un auténtico festival de sensaciones y de sensibilidad. Las sobrias intervenciones de Jesús, caracterizadas porque siempre lo acompañan exclusivamente las cuerdas, la melancolía, el dolor, la piedad que se desprenden de las arias, la increíble fantasía de las melodías y la grandiosidad de los corales, especialmente el que cierra la obra, Wir setzen uns mit Tränen nieder (Llorando nos postramos).
Los conciertos de Gardiner son siempre un acontecimiento; y una interpretación suya de cualquiera de las dos Pasiones de Bach (la de San Juan o la de San Mateo), una cita ineludible. ¡No se la pierdan!
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