Mucho antes de que varios agoreros dieran por muerto el rock, ya hubo quien había sentenciado la muerte del jazz, el género que surgió de Nueva Orleans, definió Louis Armstrong, perfeccionó Duke Ellington y llevó a la Luna Charlie Parker.
Hay quien piensa que desde la muerte de su último gran apóstol, John Coltrane, esta música ha tenido poco que decir. Se equivocan, que el jazz se haya convertido en un género minoritario no quiere decir que su caudal se haya secado, baste decir que el mejor disco de los últimos diez años, el To Pimp A Butterfly, de Kendrick Lamar, bebe directamente del género y tiene entre sus participantes a gente como Terrace Martin, Robert Glasper o Kamasi Washington, los dos últimos con presencia en esta lista, una pieza que no tiene aspiraciones de sentar cátedra sino tan solo de servir de introducción a los nuevos sonidos de un género con más de un siglo de historia a sus espaldas.
Por ello he decidido centrarme en nombres menos ligados al siglo XX, estoy hablando de gigantes como Sonny Rollins, Ornette Coleman, Herbie Hancock, Andrew Hill, Wayne Shorter o Pat Metheny, e intentar hablar de otros nombres menos ligados a la etapa de esplendor del género.
Terence Blanchard – Wandering Moon (2000)
Comienzo mi repaso con este gran trompetista que saltó a la fama en los 90 gracias a su colaboración con el director Spike Lee (junto con el que sigue trabajando, como en la reciente Da 5 Bloods), pero su mejor disco llegaría en el año 2000 con este sensacional Wandering Moon, en el que además de brillar con su tono aterciopelado en la trompeta demostraba que era un gran compositor por su cuenta, con una canción de apertura, Luna viajera, que debería haberse convertido en un estándar del género. Tampoco viene mal el hecho de tener unos acompañantes de lujo, comenzando por el mítico bajista Dave Holland (miembro de la banda eléctrica de Miles Davis), el pianista venezolano Edward Simón o el excelente saxofonista Branford Marsalis.
David S. Ware – Live In The World (2005)
Un discípulo del Coltrane más espiritual y cósmico, pero también del incendiario Sonny Rollins, David S. Ware llegó al siglo XXI con más de 50 años pero ha sido en estos años donde ha sacado sus mejores discos, como Surrendered o este triple directo absolutamente colosal. Son tres actuaciones distintas, una en Suiza en 1998, otra en Terni en Italia en 2003 y la final, una rendición del Freedom Suite de Rollins en su totalidad, en Milán, también en 2003. Casi tres horas de música interpretada con una pasión desbordante cercana al éxtasis.
Maria Schneider Orchestra – Sky Blue (2007)
Una de las figuras más importantes del jazz del siglo XXI, Maria Schneider, es discípula del gran Gil Evans y como él ha sabido traer una enorme sofisticación al jazz, creando unos arreglos impresionantes sobre los que pueden destacar algunos solistas increíbles como Donny McCaslin, Ingrid Jensen o Steve Wilson. Baste decir que Schneider es una habitual ganadora de las encuestas anuales de DownBeat, la Biblia del género, normalmente ganando como mejor Big Band, mejor compositora y mejor arreglista. Por si fuera poco también ha ganado el premio al mejor disco del año en tres ocasiones durante este periodo, más que nadie, con Concert in the Garden, con este Sky Blue y el año pasado con Data Lords. Normal que David Bowie le pidiera colaborar con él en una de sus últimas composiciones, Sue (Or in a Season of Crime).
Escuchando este magistral disco, con cinco composiciones excelentes, uno puede entender todos los premios concedidos, ya que su escritura es evocadora y la rodea de unas ricas y lustrosas texturas en sus arreglos. Las cinco piezas son excelentes pero “Cerulean Skies”, con los músicos imitando a aves, es una verdadera obra de arte. (No hay vídeo disponible ya que Schneider está en contra de las plataformas de streaming y no tiene colgados sus discos ni en Spotify, ni en YouTube)
Vijay Iyer Sextet – Historicity (2009)
Este neoyorquino, hijo de inmigrantes indios, es el gran pianista de esta época junto al gran Paul Moran. De entre su extenso catálogo destacan sus grabaciones con su trío, compuesto por él mismo al piano, junto a Stephan Crump al bajo y Marcus Gilmore a la batería. Así han llegado los aclamados Historicity en 2009, Accelerando en 2012 y Break Stuff en 2015. Al final me he decantado por el primero, en el que, entre composiciones propias, Iyer también adapta a su lenguaje piezas como el “Somewhere” de West Side Story, el “Big Brother” de Stevie Wonder y, mucho más sorprendente, el “Galang” de M.I.A.
Wadada Leo Smith – Ten Freedom Summers (2012)
Una obra mastodóntica, tanto en la duración como en la calidad. El trompetista, compositor y arreglista Wadada Leo Smith se pasó 35 años componiendo las 19 composiciones que aquí aparecen, más de cuatro horas y media de música separadas en cuatro discos distintos en los que se rinde tributo al movimiento de los Derechos Civiles de Martin Luther King. Smith utiliza indistintamente a su cuarteto y quinteto, o sea él a la trompeta, Anthony Davis al piano, John Lindberg al bajo y los baterías Pheeroan akLaff y Susie Ibarra, además del grupo de música clásica Southwest Chamber Music, dirigido por Jeff von der Schmidt.
Es un viaje por los momentos fundamentales del movimiento en EEUU, en el que el jazz se mezcla con la música clásica contemporánea y la improvisación. La mayoría de las 19 piezas son largas, durando entre nueve y veinte minutos, pero no aburren en ningún momento, con un Smith conjugando a la perfección a su grupo con las cuerdas, canalizando perfectamente la dinámica de la música, ya sea una pieza más escrita o más libre, dando por momentos rienda suelta a la improvisación en un disco que fluye a la perfección. Una obra que se sitúa junto a otras piezas comprometidas como el Black Brown & Beige de Duke Ellington, la Freedom Suite de Sonny Rollins o el We Insist! de Max Roach
Robert Glasper Experiment – Black Radio (2012)
El debut del pianista Robert Glasper en el sello Blue Note es un disco que sobrepasa el jazz, aunque lo utiliza como su columna vertebral, y se abre a toda la historia de la música negra estadounidense, combinando el género con neo-soul, hip hop, R&B e, incluso, rock. Un disco que mira al futuro, sin olvidarse del pasado, y que suena como su propio título dice y se explica en las notas de dentro, una obra que “representa la veracidad de la música negra“. Glasper y su cuarteto se rodean de colaboradores de lujo como Erykah Badu, Bilal, Lupe Fiasco, Yasiin Bey (ex Mos Def) o Meshell Ndegeocello, para entregar un trabajo que sirvió de inspiración para Kendrick Lamar y que terminaba con dos versiones excelentes de Bowie, “Letter To Hermione”, y Nirvana, “Smells Like Teen Spirit”.
Matana Roberts – Coin Coin Chapter Two: Mississippi Moonchile (2013)
La segunda parte de la serie proyectada de 12 capítulos, por ahora va por el cuarto (el también excelente Coin Coin Chapter Four: Memphis), con el que la saxofonista alto cuenta la historia de su familia. Este capítulo está centrado en los recuerdos de su abuela y en sus composiciones se mezcla su estilo conmovedor, provocador y militante con el góspel, la voz de tenor de Jeremiah Abiah y recitaciones poéticas a cargo de la propia Roberts. Entre sus piezas destaca la espiritual “Amma Jerusalem School”, en la que el jazz de Nueva Orleans se da la mano con el espíritu free.
Kamasi Washington – The Epic (2015)
El hombre que más ha dado que hablar en el género en los últimos años, logrando traspasar la audiencia del género y siendo escuchado por mucha más gente. Este saxofonista, compositor y arreglista ha sabido combinar la fuerza R&B de un King Curtis con los viajes astrales de Coltrane o Pharoah Sanders. Su banda tiene swing, pero también funk, y sus arreglos corales y de cuerdas hacen que sus canciones sean caramelos para los oídos. Este disco se llama The Epic y no es ninguna casualidad, una obra épica en la que en tres horas Washington se confirmaba como el tipo que logró que la gente no entendida (entre los que me encuentro) volviera a escuchar jazz.
Sons Of Kemet – Your Queen Is a Reptile (2018)
En los últimos años el Reino Unido se ha convertido en el nuevo epicentro del jazz gracias a una generación estupenda de músicos como Nubya Garcia, Moses Boyd o Joe Armon-Jones, pero, de entre todos, el nombre que más ha destacado ha sido el de Shabaka Hutchings, el saxofonista londinense, de origen barbadeño, que lidera las bandas Sons of Kemet y Shabaka and the Ancestors, además de ser miembro de The Comet Is Coming. En su tercer disco con Sons Of Kemet carga contra la monarquía británica por no representar a los inmigrantes negros (Your Queen is not our Queen / She does not see us as human) y compone e interpreta ocho canciones dedicadas a ocho mujeres negras, siete figuras importantes de la historia y su propia abuela, Ada Eastman. Hutchings añade influencias africanas (como Fela Kuti) y caribeñas y entrega un disco furioso, alegre e inspirador.
Floating Points, Pharoah Sanders & The London Symphony Orchestra – Promises (2021)
Me salto un poco mi primera regla al poner un disco en el que aparece una leyenda como Pharoah Sanders, pero es que este Promise es, realmente, más una obra del artista electrónico Floating Points a la que le pone la magia el saxofón de Sanders. Es un disco hipnótico y subyugante, con un motivo principal que se repite hasta el infinito y es acompañado de distintas formas, la más fascinante las notas del saxofón del gran Sanders, el mismo que intercambiaba solos con John Coltrane en los 60 y nos dio discos de la talla de Karma. El resultado es de una belleza estremecedora, a veces se puede escuchar al veterano saxofonista respirar mientras sopla las notas justas y necesarias, a veces también acompañado por minimalistas arreglos de cuerdas a cargo de la Orquesta Sinfónica de Londres, como en el maravilloso ‘Movimiento 6’.
Otros 20 grandes discos del siglo XXI:
Dave Douglas – Soul on Soul (2000)
David Sánchez – Melaza (2000)
Norah Jones – Come Away With Me (2002)
Donny McCaslin – Recommended Tools (2008)
Rudresh Mahanthappa & Steve Lehman – Dual Identity (2009)
Christian McBride – Conversations with Christian (2011)
Thundercat – The Golden Age Of The Apocalypse (2011)
Terri Lyne Carrington – The Mosaic Project (2011)
Cécile McLorin Salvant – WomanChild (2013)
Jason Moran – All Rise: A Joyful Elegy for Fats Waller (2014)
Flying Lotus – You’re Dead (2014)
Yusseff Kamaal – Black Focus (2016)
Esperanza Spalding – Emily’s D+Evolution (2016)
BADBADNOTGOOD – IV (2016)
Christian Scott aTunde Adjuah – The Centennial Trilogy (2017)
Jamie Branch – Fly Or Die (2017)
Nubya Garcia – Nubya’s 5ive (2017)
Makaya McCraven – Universal Beings (2018)
Fire! Orchestra – Arrival (2019)
Moses Boyd – Dark Matter (2020)
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