El Gramolafest o el Siberiafest contribuyen este fin de semana a dinamizar la escena local valenciana desde la base, con sendas citas en las que el rock emergente de la zona toma todo el protagonismo.
Lejos de los grandes números de los festivales al aire libre y del fulgor de las visitas internacionales de postín (las escasas de las que aún se puede disfrutar por aquí), Valencia también se mueve a lo largo del año al ritmo que marcan un sinfín de iniciativas modestas en su planteamiento, pero plenamente diligentes a la hora de confeccionar carteles que aúnen heterogeneidad y una clara apuesta por propuestas emergentes locales. Algunas incluso ya bien sólidas. Todas contribuyen a ir afianzando esa especie de guerra de guerrillas que, desde la base, vienen llevando a cabo toda clase de promotores modestos en presupuesto pero tenaces en sus planteamientos. Y que son los que al fin y al cabo contribuyen a ir sedimentando un circuito de directos (e incluso esa eterna entelequia que llamamos escena) en un entorno que no les es precisamente acogedor.
Las citas de este calado se suceden a lo largo de todo el año. Pero se da la circunstancia de que este fin de semana, precisamente, coinciden en el calendario dos de ellas. La primera es el Gramolafest, el festival que el programa y la web La Gramola de Keith (dirigidos por el incansable Miguel Ángel Calvo) tienen organizado para el 27 y el 28 de marzo en la sala Wah Wah y en Deluxe, respectivamente. El objetivo que persigue ese desdoble escénico es diversificar su oferta: noche eléctrica para el Wah Wah y jornada de distancia corta para el Deluxe.
Los protagonistas del 27 en la sala de la calle Campoamor serán Copo, Delocksley y Nacho Silvestre, amén de Blutaski DJ desde la cabina al acabar los conciertos. Un cartel que destaca por el sesgo indie tallado al molde de las grandes audiencias que suelen acoger a los referentes de sus principales participantes. Por algo los nombres de Lori Meyers o Dorian afloran con demasiada frecuencia cuando se habla de Copo, quienes incidirán en la presentación de Todos a la guerra (Flor y Nata Records), un álbum de nuevo producido por Paco Loco, que tiene la complicada misión de despuntar en un panorama saturado de propuestas similares.
La segunda de las noches, la del Deluxe Pop Club, posiblemente congregue menos público aunque se presente, a priori, más interesante. Por la presencia, sobre todo, de Gilbertástico y Junior McKenzie. El primero es Gilberto Aubán, el incontinente y absolutamente inclasificable músico valenciano que el año pasado ató algo más en corto su abigarrada destilación de nutrientes con El que corre con los búfalos (Granja Beat), su mejor álbum hasta la fecha. Muy divertido siempre en directo, por cierto. Y no lo decimos porque cuente chistes. Aunque tampoco sea una opción descartable con él, desde luego.
El segundo, Junior McKenzie, es el proyecto del músico castellonense Juan Fortea, quien lleva meses demandando una atención mediática que resulta justificada, a tenor de la solvencia con la que despacha un folk rock de corte tradicional norteamericano que, pese a su clara denominación de origen, exuda empaque por los cuatro costados. Le faltó muy poco para salir ganador del último certamen Vinilo Valencia. Por lo que es capaz de ofrecer en directo, no hubiera resultado en absoluto inmerecido.
La segunda de las citas colectivas, coincidente en fechas, es el 27 de marzo en la sala Loco Club con el Siberiafest, llamado así por estar gestionado por los responsables de la web Siberia en la Cabeza. Su oferta abarca una noche, y tiene a Gatomidi, Dezervers y Doctor Lobo como reclamos.
Gatomidi son el trío formado por Jimena Quejigo, Nolasco Contreras y Jorge Serrano, radicado desde hace unos meses en Madrid pero formado en Valencia (pese al origen manchego de su núcleo), quienes llevan ya un año y medio rodando sobre el escenario los temas de su segundo álbum, el autoeditado Enclosed Spaces. Un trabajo repleto de bien enhebrados trazos post punk (primando las atmósferas de The Horrors, The Chameleons o The Psychedelic Furs por encima del noise rock que estilaban), y que donde mejor se desenvuelve es sobre un escenario.
Dezervers también transitan por los terrenos del rock con aristas, furibundo y denso, aunque en su caso dotado aún de menos canciones reseñables pero un mayor tonelaje, dada su querencia por bandas como Placebo o The Smashing Pumpkins. Doctor Lobo serán los encargados de abrir la programación, y tampoco les andan muy a la zaga en cuanto a coordenadas sonoras, tal y como habrá podido constatar cualquiera que les haya visto en directo.
Nadie ha publicado ningún comentario aún. ¡Se tú la primera persona!