—En primer lugar, avisaros que éste es el último brainstorming antes de la gala, y con ello no quiero presionar a nadie sino terminar de perfilar detalles. Si alguien tiene algo constructivo que decir, es el momento. Si tiene dudas de hacia dónde vamos, prefiero que las exponga anteayer o dentro de quince días, cuando desde el consejo de administración nos guiñen el ojo o pidan nuestra cabeza. ¿Esto se entiende bien, no?
—Lo entendemos.
—Al grano. En estas últimas semanas hemos tenido que elegir entre dos líneas de acción. La opción de subir la audiencia creando polémicas absurdas pega más al parecer con los tiempos que vivimos, así que pensamos que es mejor desterrar definitivamente la idea de mejorar la calidad de los sketches. ¿Estamos de acuerdo?
—Lo estamos. El algoritmo dice que la gente se cansa enseguida de los chistes. Lo que quiere es morbo y meteduras de pata, a ser posible con consecuencias. La idea de entregar los Premios de Fotografía, Montaje y Sonido durante la publicidad ha sido brillante. Estamos en dos puntos más de previsible audiencia.
—¿Podemos exprimir más esto?
—Habíamos pensado en un programa especial intercalado con la gala o posteriormente a ella, correspondiente a esta entrega. Los premiados tienen la libertad de cagarse en los organizadores de la gala, y destrozar el atril a golpes con su Oscar…
—Pero…
-Hemos visto que los espectadores ya se van olvidando del tema, lo que es lógico pues al editor no lo conocen ni en su casa, y suele dar muy soso en pantalla.
-¿Entonces?
-Vemos más razonable seguir con el enigma de quién será el presentador. Esto es un hype de manual, y lo que nos de verdad está poniéndonos encima el foco y los tweets.
-Prescindimos del presentador entonces.
-A ver. Tampoco pasaría nada por ello, pero hay un porcentaje de gente que quieren que les llevemos de la mano. Habíamos pensado en Whoopi Goldberg que siempre está disponible, ha aparecido en Star Trek y puede que lo haga en Star Wars, cumple las cuotas de género, minorías y demás estereotipos, y además hace gracia a la gente.
-No es mala idea. ¿Aceptaría?
-Sí, pero en el grupo también hay quien opina que el hilo conductor lo puede hacer una influencer colgando comentarios por su Instagram. O un holograma de Jennifer López.
-Recordemos que la gala va acortándose cada año. Nuestra intención es que ésta no pase de la hora y cuarto.
-Pero pensábamos sacar a Redford para decir unas palabras. Como se retira…
-¿Robert Redford? ¿Estamos locos? ¿Qué edad tiene?
-Wiki dice que 83.
-Ni pensarlo. Hablará muy despacio.
-Ok. Pasemos al baile. Los números musicales ya son largos de por sí. Podemos editarlos.
-Sacaremos dos minutos del concierto de los Queen en Wembley y ya. Si quieren cantar que lo hagan en la alfombra roja.
-Será verde. Se ha votado por mayoría en Change.org.
-Los tiempos cambian.
-Eso dicen.
-Podemos quitar el micro a los premiados para que no se enrollen con los agradecimientos. Así dejamos el tiempo a las reivindicaciones políticas e igualitarias que congregan a más gente. También podemos poner tráilers de la nueva de Avengers, de la de Elton John, y del episodio 9. De Roma, dos planos del Coliseo y el Vaticano, y todos contentos.
-O…
-¿O qué?
-Podemos hacer algo aún más rompedor. Emitamos la entrega de los Oscars que iban a darse en publicidad, y llenemos los huecos restantes de anuncios.
-¿Cómo? ¿Hora y diez minutos de anuncios?
-La productividad de la gala se disparará al infinito. Los patrocinadores nos adorarán.
-Pero no saldrá nadie conocido. Esto es tope irregular.
-Hoy no, pero mañana saldrán todos quejándose.
-¿Y eso es bueno?
-Es una patada en el culo a todos los que nos acusan de falta de ideas. No volverán a decir que no somos originales.
-¿Y eso es bueno?
-Reivindicaremos la figura en la sombra, el artesano, el operario que levanta el armazón de estas películas y nos hace reír, sufrir, llorar o aniquilar a una especie extraterrestre con ellas.
-¿Y si no gusta?
-Si no gusta, el público acabará olvidando. Y luego empezará Cannes y después llegará el verano.
-Pero…
-Pero a la gente le gustará porque necesita creer en algo diferente, mágico, y eso es lo que aquí manufacturamos. Un cubo tamaño XXL cargado de una magia con la que se puede soñar en el momento en que se apagan las luces o se activa el streaming. La magia del cine.
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