En la presentación de Árboles en el Festival de Cinema d’Autor de Barcelona, el D’A, el colectivo Los hijos (Javier Fernández Vázquez, Luis López Carrasco y Natalia Marín) comentaba que con su última película afrontaban el reto de poner en escena el relato oral. Si bien esto es cierto, esta deriva no parece una ruptura respecto a sus anteriores obras sino una coherente (a la par que arriesgada) continuación.
Los hijos siempre se han mostrado interesados en la fisura entre la palabra y la imagen. De hecho, una de las obras que Javier Fernández Vázquez y Luis López Carrasco han proyectado hoy en su charla Low-cost: mito o realidad elabora precisamente esta idea. En Ya viene, aguanta, riégame, mátame (2009), Los hijos vuelven a los escenarios de cuatro películas representativas de la historia del cine español (El espíritu de la colmena, Historias del Kronen, La ley del deseo y Amantes) y graban el lugar. Repiten los encuadres, imprimen las líneas de diálogo en los subtítulos, pero los espacios cambian, porque ahora ya no forman parte de una ficción sino de un documental.
Aquel corto trabaja sobre la tensión entre la palabra (escrita, que remite al diálogo, al filme original, a la historia del cine) y la imagen (con gente que cruza y que habla, con elementos imprevisibles). De la misma manera, usa “los encuadres de la ficción en un contexto documental”, tal y como ha definido López Carrasco en la charla. Esta reflexión estética ha dado paso a un análisis de la situación económica del cine español hecho en los márgenes, en la que se han tratado distintos temas.
Fernández Vázquez y Luis López Carrasco han ahondado en las nuevas formas de exhibición, que se traslada de las salas comerciales a una suerte de circuito alternativo, formado por filmotecas, salas alternativas y museos. Han destacado que su película Los materiales fue una película pionera en este sentido, mientras Mapa y Los ilusos asentaron esta nueva manera de exhibir, que combina la exhibición tradicional con una alternativa.
El eje de la charla ha girado sobre el peligro de etiquetas como el low-cost. Fernández Vázquez ha expuesto una cuestión interesante, la de cómo el arte ha adoptado expresiones (aquí estamos de vuelta con el lenguaje, con las palabras) del mundo laboral y viceversa. En este punto, la charla ha pasado a desmitificar completamente el low-cost. “Es el sueño neoliberal”, ha dicho Fernández Vázquez. Es “la legitimización, con una etiqueta sacada del mundo laboral, de la precariedad”, ha apuntado López Carrasco. Los directores hablaron de la efervescencia del cine español de los márgenes, a partir de una idea expuesta el día anterior por Javier Rebollo: en estos momentos, es posible hacer una primera película, pero es difícil mantenerse y llegar a hacer una tercera. El factor clave, han apuntillado, es TVE, que con muy poco podría apoyar a muchos proyectos.
La hija del colectivo, Natalia Marín, no ha estado en la charla. Eso sí, ya dejó su impresión sobre el asunto en el suplemento que la revista Caimán ha dedicado al ciclo Un impulso colectivo del D’A. “Suponiendo que es así”, escribía Marín, “suponiendo que festivales y medios especializados, centros y gestores culturales, instituciones, nuevas salas se están volcando en hablar de nuevo cine español, entonces, ya que se nos ha dibujado como grupo, trabajemos no solo contra la etiqueta perversa que nos hace abanderados del cutrerío y la precariedad, sino para que ese apoyo sea real y para que se remuneren como merecen nuestras obras y nuestro trabajo en proceso de explotación”.
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