¿Sabes cuando llaman a la puerta, preguntas ¿quién es? y alguien contesta yo, y abres la puerta, aunque no esperas a nadie? Pues es lo que pasa cuando aceptas una solicitud de amistad en Facebook sin revisar el perfil, sólo porque conoces el nombre. Ten cuidado, quizás estás abriendo tu perfil, tu casa, a alguien a quien no deberías dejar entrar.
Como a muchos, últimamente me han llegado varias solicitudes de amistad en Facebook de contactos que ya tenía entre mis amigos.
Como siempre que me llega una solicitud de amistad en Facebook, y porque soy curiosa por naturaleza, antes de aceptar echo un vistazo al perfil. Sí, efectivamente, es el nombre de mi amigo o amiga pero no tiene foto de perfil, y eso me escama. Y parece que acaba de incorporarse, cuando sé, positivamente, que ya es activo/a o, al menos, tiene un perfil desde hace tiempo.
Qué raro.
Compartimos algunos amigos pero no hay ninguna foto, ni ninguna actualización, y sólo un par de solitarios y ruinosos “me gusta” a páginas un tanto raras, poco propias de esa persona.
QUÉ RARO.
Dejo la solicitud de amistad ahí, abandonada, porque no me fío. Al día siguiente vuelve a aparecer la notificación pendiente y reviso de nuevo el perfil. Sigue sin haber grandes cambios, excepto por la cantidad de contactos, que ha aumentado considerablemente, como si esa persona hubiera enviado muchas solicitudes de amistad a la vez y todas hubieran sido aceptadas de repente. Bueno, como si, no. Tiene toda la pinta de que ha enviado chorrocientas solicitudes de amistad que le están aceptando.
¡QUÉ SÚPER RAR… no, no es tan raro, es un perfil fantasma.
Al parecer, se ha instalado un virus en Facebook que crea automáticamente un perfil con tu nombre y envía solicitudes de amistad a todos tus contactos, como si empezara de nuevo. En algunos casos incluso “caza” alguna foto de perfil o de portada, un detalle que le da algo más de credibilidad ante incautos que, como tú, han aceptado esa solicitud de amistad de un fantasma. Y ya está. Ese perfil se queda ahí, muerto, acumulando contactos que ni se plantean por qué ni por qué no, y tú tienes un amigo más en Facebook.
¿¿¿¡¡¡Estás tonto o qué!!!??? Entiendo que te dé igual tener un amigo más o menos pero, vamos a ver, alma de cántaro, ¿no te das cuenta de que ya lo tienes de contacto? ¿No te das cuenta de que tienes un contacto MUERTO, que no existe? ¿¿¿¡¡¡NO TE DAS CUENTA DE NADA!!!???
Me pregunto por qué aceptamos este tipo de solicitudes y las respuestas que se me ocurren no son muy esperanzadoras:
- Te sabe mal rechazar a alguien a quien conoces. Bien, eres un pringao. ¿Vas a aceptar a todo el mundo, eh, EH?
- Te pone acumular contactos y te da igual que sean fantasma. Estupendo, eres un pringao con Diógenes digital Y TODOS LO SABEN.
- Te da igual, no sabes ni que existe el botón de ignorar. Pues vale, efectivamente, eres un pringao pasota.
Comprobar si tu “nuevo amigo” es un perfil falso es cuestión de minutos. Si estás preocupado por el acceso a tus contenidos, tus fotos, las fotos de tus hijos, tus preferencias, tus accesos a otras aplicaciones… deberías pararte a pensar esos dos minutos, revisar tus solicitudes de amistad y decidir con criterio.
Vamos, que no es tan difícil, no seas pringao.
Nadie ha publicado ningún comentario aún. ¡Se tú la primera persona!