En el repaso final del 69 Festival de Cannes, hemos encontrado una programación que se ha superado a sí misma y películas maravillosas que hubieran merecido estar en sección oficial. El palmarés, sin embargo, parece inspirado por un tazón de cheerios.
La representante de la nueva comedia europea podría ser perfectamente Toni Erdmann, de Maren Ade, ganadora del premio Fipresci (Federación Internacional de Prensa Cinematográfica) en sección oficial. Se trata de una película inteligente, realista, que acomete los conflictos del mundo laboral en el siglo XXI con suficiente reflexión y mucho humor, perspectiva internacional y desprejuiciada de tópicos en las relaciones sociales o familiares. Esta ha sido una de las ganadoras para EL HYPE y gran parte de la crítica, aunque desgraciadamente ha sido obviada por el Jurado presidido por el director Georges Miller y compuesto por Arnaud Desplechin, Kirsten Dunst, Mads Mikkelsen, Valeria Golino, Donald Sutherland, László Nemes, Vanessa Paradis y Katayoon Shahabi.
Por otra parte, hemos observado una tendencia peligrosa a incluir en sección oficial a los grandes nombres del cine, que se repiten a sí mismos desde hace años con la previsibilidad de una puesta de sol: Ken Loach, Brillante Mendoza, Bruno Dumont, Koreeda, Rithy Panh (fuera de competición), los hermanos Dardenne... ya no ofrecen a los ansiosos espectadores estimulantes películas con nuevas visiones de los conflictos humanos o sociales, limitándose a variar de tema dentro del reducido espectro de argumentos y recursos técnicos a que nos tienen acostumbrados desde hace demasiado tiempo. Incluso el otrora alabado por la crítica, el rumano Cristian Mungiu (4 meses, 3 semanas, 2 días) cuya Bacalaureat es una obra redonda, podría haber elevado el riesgo con un discurso más comprometido y arriesgado.
Por suerte, hay cineastas que siguen creciendo, como los otros rumanos: Cristi Puiu en Un certain regard, que presentó Sieranevada o Bogdan Mirica con Dogs. Xavier Dolan abandonó los grandes horizontes y las historias río, para recogerse en la casa familiar de Juste la fin du monde donde los gritos resuenan mejor y no hay donde esconderse. Rester vertical de Guiraudie se lo jugó todo, tanto como en L’inconnu du lac, siguiendo su propio estilo y avanzando a la vez en una propuesta que sorprende y seduce, rompiendo esquemas por todas partes.
Otros experimentos que no salieron tan bien y fueron objeto de polémica se quedaron en abucheos o polarización de la crítica, como fue el caso de The Neon Demon, de Nicolas Winding Refn, un neonoir entre páginas de Vogue, o Personal Shopper, de Olivier Assayas, una historia de fantasmas que chatean por móvil, y que ha sido del gusto del jurado.
Lo menos soportable, por no decir para huir fue la inefable Last Face, de Sean Penn, una aproximación al drama romántico entre guerras africanas y cooperantes que merece una nueva categoría en los premios basura. Entre las que hubiéramos obviado, evitando el madrugón y el paseo a La Croisette están Mal de pierres, de Nicole García o Loving de Jeff Nichols, excelentes ejemplos de película de sobremesa y sofá. Estas dos películas podrían competir en la sección Feeling Good con Aquarius (Klever Mendonça Filho), protagonizada por una icónica Sonia Braga, abanderada de las sesentonas actimel.
Nuestra mejor valoración es para Jim Jarmusch y Paterson, Maren Ade con Toni Erdmann, Sieranevada de Puiu e, incluso, para el thriller erótico de Park Chan Wook, Mademoiselle, aun recuperable y que ha obtenido un premio especial a la dirección artística, como si fuera un colorín y no una historia bien narrada de gran sensualidad. No dejamos de destacar el film de Andrea Arnold American Honey, empático, de belleza rota, que describe los sueños, supervivencia y perspectivas de los jóvenes en una América pre-Trump, que ha conseguido el Premio del Jurado. Y, entre lo mejor, con un Paul Verhoeven creativo y desafiante, y una Isabelle Huppert sin la que se concibiría la película, pudimos disfrutar Elle, una película también ignorada en un palmarés lamentable.
Este es el palmarés completo del 69 Festival de Cannes:
Palma de Oro
I, Daniel Blake, de Ken Loach (Reino Unido).
Gran Premio del Jurado
Juste la fin du monde, de Xavier Dolan (Canadá).
Premio al mejor director
Cristian Mungiu por Bacalaureat y Olivier Assayas por Personal Shopper.
Premio del Jurado
American Honey, de Andrea Arnold (Reino Unido).
Premio al mejor guion
Asghar Farhadi, por Forushande (Irán).
Premio a la mejor actriz
Jaclyn Jose, por Ma’Rosa, de Brillante Mendoza (Filipinas).
Premio al mejor actor
Shahab Hosseini por Forushande (Irán).
Cámara de Oro a la mejor ópera prima: Divines, de Houda Benyamina (Francia-Marruecos).
Palma de oro al mejor cortometraje
Timecode, de Juanjo Giménez (España).
Podéis encontrar todas las crónicas y críticas de las películas, que hemos elaborado desde La Croisette, aquí.
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