¿Que por qué he dejado de ver la televisión? La de la TDT, digo. Pues porque no me hace falta. Ahora mismo hay una oferta tan diversa y de calidad en nuestro país lejos de ella, y a un precio tan asequible, que cualquier alternativa me parece anticuada.
Cada uno tiene sus propias rutinas y está claro que con una oferta tecnológica tan amplia es probable que mientras yo veo Netflix desde mi Apple TV, otro lo haga desde su Roku y otra lo haga desde su Smart TV, pero la oferta sigue siendo la misma y para casi todos los formatos, así que para mí la clave está en los siguientes cuatro apartados:
#1 Cómprate un reproductor digital que te permita acceder a plataformas de streaming
Ahora mismo hay una infinidad de reproductores digitales diferentes con los que ver Netflix, Filmin o Wuaki, pero la mayoría han demostrado contar con software intuitivo y rápido. Mi debilidad es Apple TV porque tiene fácil sincronización con los dispositivos de Apple, pero también he testado los televisores LG y Samsung de última generación, Roku o Chromecast y nunca he tenido problemas con ninguno. Si acaso, con los malditos teclados de pantalla con los que se tarda infinito en escribir contraseñas. La comodidad para moverse por sus sistemas operativos es el gran aliciente para pegar el salto si vienes de las bahías piratas que nunca deberías haber paseado.
#2 Suscríbete a los servicios de streaming que se adecuen a tus gustos
Netflix tiene contenido original nuevo cada semana y su oferta actual ya es de por sí completísima si te gustan las series (The Crown, Stranger Things o The OA). Lo mismo ocurre con HBO España, repleta de las grandes series de prestigio de la cadena (Los Soprano, The Wire o Juego de Tronos) y algunas películas muy comerciales. Wuaki (Peaky Blinders) y Amazon Prime Video (Sneaky Pete), por otro lado, cuentan con ofertas televisivas imposibles de encontrar en otros servicios. Y Filmin, quizá mi lugar favorito en la red, tiene un extensísimo catálogo de cine de autor y documentales que complementa con varios estrenos de aúpa cada mes.
#3 Aprende a distribuir los gastos con familia y amigos
Si algo permiten estas plataformas de streaming es compartir tu cuenta con varias personas, por apenas unos euros más de coste. Por 11,99€ al mes puedes compartir Netflix con cuatro personas. Por 19,99€ al año, Amazon Prime Video te permite hacer lo mismo con hasta tres personas. Y HBO, por 7,99€ al mes, puede reproducirse en dos dispositivos de forma simultánea. Eso son poco más de 13€ al mes entre tres amigos o familiares.
No ocurre lo mismo con Filmin o Wuaki, pero sus plataformas abogan más por el alquiler individual. Pero siempre puedes hacer de esos gastos un mini-evento casero. Demonios, anda que no montaba yo una Elle-party para ver la tremendísima película de Paul Verhoeven con amigos en casa. Compráis un pack de 20 vales de Filmin por 50€ entre varios y ya tenéis dos o tres meses de disfrute cinéfilo.
#4 Aprovecha lo gratis; aprovecha YouTube
Para qué vas a adscribirte a los horarios que te impone la dictadura de las programaciones televisivas cuando puedes organizarte como te dé la gana. Es mi filosofía y no hay nada que más entretenga mis tiempos muertos, pues las noches están reservadas para la oferta mencionada arriba, que atiborrarme de vídeos cortos de los late night americanos. Faltan todavía unas semanas para sacar conclusiones de qué es lo que va a deparar la cobertura de la presidencia de Donald Trump en ese contexto, pero lo que ha deparado hasta ahora es diversión delirante. Con que estés un poco al día de los surrealistas acontecimientos de la Casa Blanca, los late night te van a dar horas de vida gracias a los Seth Meyers, Stephen Colbert y John Oliver del plantel nocturno.
Y de la misma manera, ver entrevistas de Leit Motiv en YouTube o recuperar programas de Salvados en Atresmedia Player es igual de sencillo y accesible desde tu ordenador o mando a distancia sin tener que marcarte una alarma en el móvil.
La oferta de contenido en España pasa por una edad de oro incuestionable y que toca que los espectadores se comprometan cada vez más para que se acometa el siguiente paso: acortar al máximo las fechas entre el estreno en Estados Unidos y el español. Será de ahí, y de un creciente potencial tecnológico, el que permita que sea fácil y económico disfrutar de la que también es una época impresionante de la cultura audiovisual. La Peak TV, vaya.
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