Una de los apartados más distintivos en la 31 edición de Cinema Jove es la sección oficial de webseries, donde encontramos 25 títulos de todo el mundo. El criterio de esta selección, según comentan Ana Ramón Rubio y María Albiñana, participantes a su vez de la webserie Sin vida propia, es que ofrecieran algo distinto a lo que vemos en TV, tanto en lo narrativo como en lo temático, haciendo énfasis en el aspecto más social.
El director de Cinema Jove, Rafael Maluenda, ha señalado que en un festival de estas características, buscamos propuestas innovadoras y que un formato como el de las webseries es una renovación a nivel narrativo, ya que los formatos son distintos. El hecho de tener que contar una historia en poco tiempo, en la red, exige un lenguaje que debe adaptarse a múltiples formatos para diferentes tamaños de soportes, y eso lleva, inevitablemente, a que el creador de la webserie se ponga en la situación de pensar en cómo será percibida su historia, exigiéndole una comunicación que en muchos casos no tiene que ver con las estructuras y la narrativa del cine, concluye Maluenda. O como afirma Antoine Disle, co-fundador de la distribuidora Rockzeline y jurado de este festival: cada vez las webseries se están profesionalizando más y eso lleva a que salgan géneros más específicos, puesto que ya no es necesario seguir la lógica de la TV.
La ruptura con otros formatos marca esta sección de webseries del festival Cinema Jove, incidiendo en los cambios que ha sufrido el consumo audiovisual en los últimos tiempos. En un momento donde la TV está perdiendo público y el cine se ha encerrado en su propia burbuja, las webseries constituyen una escapada a los formatos imperantes, proponiendo algo fresco y que aúna a una serie de creadores que saben cómo dirigirse a su público, de la misma forma que pasó en su momento con la Nouvelle Vague, concluye Antoine Disle. Y así como hace tiempo había una visión negativa de todo lo que se publicaba en Internet, en los últimos años se ha valorado más y eso ha hecho que proyectos de webseries mejoren y progresen más, hasta el punto de consolidarse en un festival de estas características.
Por ello, para esta edición, se ha contado con la presencia de Michael Ajakwe Jr, ganador del Emmy y fundador del primer festival de webseries del mundo, con más de seis años de trayectoria: Los Angeles Web Festival. Para él, las webseries no son opuestas a otros formatos, sino más bien al contrario. A la webserie le ha pasado como al Hip-Hop, que al principio no se consideraba música, pero que con el tiempo se ha ido recociendo su valor, afirma Ajakwe, y argumenta: eso es debido a que también han servido como soportes para dar voz a otras culturas y comunidades, al contrario de la industria de la televisión y el cine, que parece un asunto de blancos de clase adinerada. Con todo, el futuro de las webseries, según Antoine Disle, es esperanzador, porque estamos realmente en una revolución, y de aquí a dos o tres años, el volumen de producciones se va a multiplicar por diez.
Esta incisión en lo social se refleja bien en propuestas de webseries locales, como es el caso de Cabanyal Z, que es una serie de barrio, hecha desde un barrio y hablando desde la problemática de un barrio, como señala su director, Joan Alamar. Aquí, mediante la ficción, no se pretende tanto generar ingresos o conseguir público, como convertirse en el altavoz de un barrio. Esta perspectiva permite desarrollar, cuidar y hacer más complejos a los personajes, a largo plazo, mediante un guion vivo, que se actualiza continuamente. Sin embargo, continúa Alamar, es un experimento que no sabemos si se volverá a hacer, porque cocinar a fuego lento una serie durante cuatro años no es nada práctico ni financiable dentro del audiovisual.
No obstante, la acogida de la webserie por parte del público como por otros medios de televisión más convencionales, está siendo muy buena. Y ello es debido a que se corresponde también con el auge de este formato, y que según Alamar es gracias a la interactividad, a la nueva forma de ver televisión, porque así es mucho más fácil seguir una ficción seriada. Y concluye, mostrándose optimista a la inclusión de la sección de webseries en esta 31 edición de Cinema Jove, que una ciudad como Valencia tenga la oportunidad de tener un lugar de encuentro donde compartir y exhibir webseries, con otros creadores, siempre es positivo.
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