Este 2015 nace con el ocho como columna vertebral que marca los vaivenes de la vida que nos espera. Los próximos 365 días pueden ser un amanecer de situaciones y actuaciones en mi vida que generen grandes resultados y beneficios personales. Y yo estoy hecho un lío.
Estoy hecho un lío, eso es bastante obvio conociéndome. Me ha dado por sumar las cifras de mi fecha de nacimiento y el resultado ha sido un ocho redondo y rechoncho. También he sumado las cifras del año 2015 y el resultado ha vuelto a ser el rechoncho y redondo numeral. Para resolver el lío, he actuado y he comprado por internet un producto, que me ha causado cierta satisfacción. Ahí ha comenzado otro lío.
Es cierto que he comprado un bien que me ha producido cierta satisfacción, todavía no sé muy bien si lo necesito o no, pero lo que si sé es que ha sido un revés a mi economía. Si hubieran tomado una imagen de mi cerebro, mi parte emocional se hubiera iluminado como una feria en Navidad. Al momento siguiente, genero una razón para justificar tal despropósito intuicional. ¡Tantos ochos juntos en el próximo año!
Ahí va otra justificación que me alivia. He visto a gente gastar cantidades ingentes de dinero en la lotería de Navidad cuando la probabilidad de que le toque es ínfima y me he preguntado ¿seguimos en crisis?, ¿consumidor racional?. Sigo hecho un lío.
Si pongo el ocho en posición horizontal obtengo el símbolo del infinito, es como un lío sin fin, que no sé dónde empieza ni dónde acaba. ¡Igual el ocho quiere hablar conmigo!
Dos premios Nobel de Economía, Herbert Simon y Daniel Kahneman son psicólogos. ¡Qué curioso! ¿no? Y yo con este lío. Herbert por su teoría de las decisiones, Daniel por su teoría de las perspectivas.
Ecología: conocimiento de la casa. He sido economista y ahora sé que lo era únicamente por lo que ponía en el título firmado por el Jefe del Estado. Empiezo a vislumbrar que no puede existir una economía sin ecología. Sería difícil administrar una casa sin tener conocimiento de ella. Sigo con lo mío, ¡Me he gastado una pasta con un artículo increíble!
Perspectivas decisionales que explican comportamientos individuales, económicos y poco ecológicos, influidos por emociones, motivaciones, intuiciones, actitudes, expectativas e incluso por ciertas tendencias sociales. Necesito un psicólogo. Es como si una parte de mí estuviera dirigiendo este cotarro y me tuviera atado como un ocho; en la parte redonda, el infinito, en la parte rechoncha, una ley de sugestión que me incita a actuar en un sentido u otro. Y ahora resulta que este año 2015 tiene algo que ver con eso. ¡Vaya tela!
Ese infinito que no deja de ser un ocho está uniendo mi mundo sensible, intuitivo, emocional, con el mundo material, de objetos, de productos y yo sin conocer mi casa todavía. Como si alguien o algo me estuviera moldeando cada vez que actuara, que consumiera. Como si mi subconsciente fuera pasando información a mi autoconciencia. Y yo como un payasete comprando productos por internet.
Quiero hacer en este año 2015 un curso de formación en ecología económica, social y personal. Quiero tener éxito porque no deseo defraudar a los ochos de mi vida. Voy a juntar las cosas que deseo con lazos infinitos y no separar dualidades. Voy a realizar un consumo responsable para contribuir a que este planeta dure muchos años, etc., porque no podemos seguir manteniendo un consumo infinito en un planeta finito, como dice mi amigo Quintanilla. Y ahora parece que, por fin, estoy desliando mi lío.
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