fbpx

Fuerza mayor

En Cine y Series 26 febrero, 2015

Beatriz Martínez

Beatriz Martínez

PERFIL

Una familia idílica de vacaciones en los Alpes. Una avalancha descontrolada y las diferentes reacciones que tiene la pareja ante la protección de sus hijos.

Con ese mínimo material, el sueco Ruben Östlund configura un relato de naturaleza corrosiva que revienta los estereotipos de la institución familiar y la hipocresía de la clase acomodada. La película ganó en el Festival de Sevilla el máximo galardón y ha estado nominada al Oscar en la categoría de película de habla no inglesa. Sin duda, una de las películas europeas más brillantes y vitriólicas del año.

Sequedad expresiva, incomodidad ambiental y una frialdad incisiva a la hora de acercarse a los personajes y sus acciones son algunas de las marcas de estilo del sueco Ruben Östlund que, por fin, ha alcanzado con su cuarto largometraje el reconocimiento internacional que llevaba tiempo labrándose, gracias a películas tan mordientes y al filo de la controversia moral como su anterior trabajo, Play (2011).

Ahora da un paso más allá en su labor por expresar, a través de metáforas cotidianas, la hipocresía subyacente en el seno de la sociedad europea acomodada, destapando sus miserias e intentando diseccionar de una forma muy retorcida el comportamiento humano cuando se encuentra abocado a una situación límite. Fuerza mayor es, en ese sentido, un auténtico puñetazo contra las bases estructurales que sustentan la familia tradicional, y un artefacto corrosivo y lleno de violencia interna en torno a las insatisfacciones, mezquidades, prejuicios y otros vicios inconfesables que bullen en el más perverso rincón del inconsciente colectivo.

Una familia aparentemente perfecta (un joven matrimonio y sus dos hijos pequeños) pasa unos días de vacaciones en una estación de esquí de lo más exclusiva. Östlund se acerca a ellos con su cámara de manera inquisitiva, desnuda y observacional. Apenas hablan o se comunican entre ellos, y sus actos se encuentran perfectamente acompasados y coreografiados de acuerdo a una dinámica interna repetitiva y monótona, que parece revelar el verdadero sentido de su relación doméstica, basada en la incomunicación y el casi inexistente vínculo emocional. El estatismo domina cada una de sus acciones de acuerdo a una frialdad tan inquietante como perturbadora, hasta que un hecho lo cambia todo: Una avalancha de nieve que estará a punto de poner en peligro su integridad física y en la que madre reaccionará intentando proteger a sus hijos mientras que el padre, simplemente saldrá corriendo. A partir de ese momento de shock absoluto en el que se darán rienda suelta a los instintos más primarios de cada uno de ellos, la semilla de la desconfianza latirá de manera irremediable entre la pareja.

Östlund se encargará de extraer todo el vitriolo de esa relación viciada de antemano por el recelo y las rencillas, de forma que la incomodidad presente desde el principio irá dominando cada vez más la secuencia hasta convertirla en un espacio asfixiante y lleno de odio. El paisaje natural y el idílico emplazamiento alpino contrastarán con la sensación de angustia, las miradas insidiosas y la constante sensación de extrañeza, al mismo tiempo que todo irá impregnándose de un humor cáustico y casi destructivo que el director aplicará como base para matizar este documento sobre el derrumbe de la confianza matrimonial y sobre el desenmascaramiento de la naturaleza patética del ser humano.

Fuerza mayor es una película conceptual y formalmente milimétrica, que opta por la precisión en el encuadre, por la ironía como válvula para distanciarse de la convulsa realidad que describe y que juega de forma perversa con los roles prestablecidos para subvertirlos de una manera tan inteligente como devastadora. Es audaz e incluso temible, arriesgada y llena de vileza. Podríamos compararla con el cine de Bergman o de Haneke, pero tiene un sabor propio que la hace en cierta manera única y que la recubre de una personalidad atípica y desconcertante a la hora de escarbar en las profundidades del machismo, las miserias y los miedos de la élite económica europea hasta derivar en una disección de las frustraciones más íntimas. Y lo hace dejando que el espectador se enfrente a todos estos dilemas y que juzgue por sí mismo. Frente a un problema, frente a la descomposición de tu vida, quedarse o salir corriendo.

Suscríbete a nuestra newsletter

* indicates required

Compartir:

Ruben ÖstlundFuerza mayorPlay

Artículos relacionados

Comentar

Debes ser registrado para dejar un comentario.

Sin comentarios

Nadie ha publicado ningún comentario aún. ¡Se tú la primera persona!