La nueva serie original de Netflix prueba las aptitudes de la plataforma para estrenar producciones atractivas, adictivas… y poco más. Estamos más que acostumbrados al ritmo made in Scorsese que imponen las películas sobre narcotraficantes*. Voz en off, presentación de personajes, dibujo de la trama criminal, consumo de drogas y un par de pinceladas sobre
House of cards, la americana, pide a gritos un poco de sentido del humor. Nada, algunos segundos aunque sea. Tan fruncidos, almidonados y estreñidos caminan todos los personajes de esta serie de Netflix que dan ganas de hacerle cosquillas a la pantalla del televisor, a ver si se desabotonan un poco. A tenor del estilo
En los últimos años, los Globos de Oro han ayudado a descubrir algunas de las series que menos resonancia han tenido en nuestro país. Es difícil encontrar, por ejemplo, sitcoms norteamericanas que sean emitidas por cadenas españolas, de ahí que la gala de premios siempre haya servido para darle el espacio merecido a algunos de los mejores