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Cine y Series

Sean Penn, a solas (o casi) con El Chapo

En Vidas salvajes, Cine y Series 13 enero, 2016

Miguel Caamaño

Miguel Caamaño

PERFIL

A Sean Penn, gran actor y discreto director de cine, le gusta estar en esa delgada línea que se establece entre sus ideas y la provocación. Sea fruto de la casualidad o de sus deseos de trascender, ha sido portada de todos los medios del mundo este pasado fin de semana.

…Y hace unas semanas también lo fue tras demandar a Lee Daniels, creador de la serie Empire, por insinuar éste que era un maltratador. Claro, luego salió a defenderle Madonna, pero todo el mundo sabe que sigue enamorada de este hombre de aspecto rudo y origen multiétnico.

Un rebelde que, aunque suene a coña, empezó en la bobalicona La casa de la pradera apareciendo en uno de los capítulos dirigidos por su padre. Pero fue más tarde, cuando puso el sello marca de la casa a inicios de los ochenta con papeles de adolescente problemático. Aunque el papel que le dio relieve mediático absoluto fue el de abogado cocainómano en Carlito’s Way, flanqueado por un Al Pacino en estado de redención.

Hablando de redención, su papel de condenado a muerte en Dead Man Walking le dio la gloria en Berlín y la nominación en los Oscar, que volvería a repetir con un papel en una de Woody Allen y en otra haciendo de padre discapacitado psíquico. Lo ganaría fialmente haciendo de irlandés repleto de tatuajes.

Los principios del milenio le trajeron parabienes profesionales y quebraderos de cabeza a su militante visión política. Auto-declarado marxista, Sean Penn ha tenido suerte de que no se le haya vetado por sus archiconocidas y peligrosas amistades. Afortunadamente, la Caza de brujas ya pasó a mejor vida, al menos que nosotros sepamos y tengamos constancia. Igual le respetan sus ancestros judíos.

Siempre estuvo en contra de la Administración Bush Jr, y mantuvo amistad con Castro y Chaves, incluso llegó a asistir al funeral de éste; ha criticado la gestión de los gobiernos en muchas desgracias, entre ellas el terremoto de Haití o el huracán Katrina en New Orleans y en todo momento ha intentado aportar su granito de arena.

Pertenece a una generación de actores que destacaron más por guapos que por talentosos, pero él siguió su camino, siendo el malote que deseaba tu hermana y el luchador incansable al que le gustan los líos. Sólo así se explica que reviva sus tiempos de periodista (fue columnista de un periódico y se dio el piro porque el medio llamó dictador a Chaves) y se dedique a entrevistar al individuo más buscado del narcotráfico. El Chapo era experto en surcar túneles, Sean Penn en ponérselos delante e intentar cruzarlos pese a quien pese.

Su vida emocional es un desastre, Charlize le ha dejado diciendo que es agresivo, así que tendrá que seguir volcando sus energías en defenderse de la que se le avecina en los juzgados. Puede que así se inspire para dirigir una película que también le consagre en los quehaceres detrás de la cámara.

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