Quitter, la red desconocida

Si no fuera por un quítame aquí una censura y el rebote de una «tuitera» con muchos seguidores en Twitter, la mayoría no nos hubiéramos enterado de la existencia de Quitter, una red social desconocida para casi todos. ¿Veremos cómo desbanca a las grandes o se convertirá en un nuevo bluf?

Estos últimos días los internautas hemos oído hablar de una nueva red social, Quitter.

Nueva, no porque acabe de ponerse en marcha, que se conoce que ya lleva un tiempo funcionando, sino porque hasta hace poco la mayoría no sabíamos que existía. Al parecer, el meollo de la cuestión es que Twitter bloqueó temporalmente la cuenta de @Barbijaputa, una «tuitera» con muchos seguidores, porque otro usuario la denunció. Ella se quejó de la censura y arbitrariedad de la red del pajarito, no quería disculparse y pasar por el aro, buscó una alternativa y Quitter le pareció buena idea. Se montó un pollo importante, y miles de «tuiteros» españoles, indignados por la censura arbitraria de Twitter, abrieron cuenta en Quitter.

Fíjate si hubo «tuiteros» españoles que se indignaron que hubo problemas de servidores y «rollos» de esos, porque en Quitter no estaban preparados para tanta indignación, motivada no se sabe muy bien por qué: si porque se quedaban sin una «tuitera» favorita, porque se dieron cuenta de repente de que había más censura en Twiter de la que podían soportar, porque no querían parecer Lers al no tener cuenta en la nueva red Supercool o porque sí. Vete a saber.

Pues muy bien.

La cuestión es que, 15 días después, esta «tuitera» ha vuelto al pajarito y la pesada cuenta de @quitter_es, que respondía a cualquier comentario, ha desaparecido. Me atrevería a decir que dentro de nada los artículos y comentarios sobre Quitter desaparecerán también y todos podremos volver tranquilamente a nuestras vidas digitales.

¿Qué podemos aprender de esta enésima «arrancada de caballo, parada de burro»?

#1 Que en la Red las cosas crecen muy rápido y con mucha intensidad, como en Gran Hermano, y mueren casi a la misma velocidad y en silencio.

#2 Que una red social vale para cada uno lo que vale su comunidad, las personas con las que se relaciona, las interacciones y su repercusión. Una red social puede ser maravillosa en su planteamiento, utilidades y desarrollo pero si uno no tiene con quién relacionarse, porque no conoce a nadie o no le interesa lo que se dice, no se va a quedar. Y la red social muere.

#3 Que no hemos interiorizado aún que Twitter, como Facebook o Google, son redes gestionadas por empresas, con su derecho de admisión y sus «cositas» en forma de Condiciones de uso y que, si queremos entrar, debemos aceptarlas. Y, si no nos gustan, mejor que nos vayamos.

Si quieres saber más sobre Quitter, en este enlace tienes más información.