La libertad de la línea

El Palacio de la Alfajería de Zaragoza acoge la muestra «La libertad de la línea: el dibujo en la colección del IVAM».

La exposición, de la cual es comisario el conservador de IVAM Josep Salvador, presenta obra proveniente de los fondos del museo valenciano, cuya colección ha apostado decididamente desde su fundación por el dibujo. En esta muestra han sido escogidos veinte artistas, que ofrecen un amplio y variado enfoque de esta disciplina.

Estudio para los peatones ca.1966. Luis Gordillo

La obra de Julio González, Andreu Alfaro, Karel Appel, Francis Picabia, Manuel Millares, Henri Michaux, Ignacio Pinazo, Robert Smithson, Claes Oldenburg, Joan Miró, Paul Klee, Luis Gordillo, Barnett Newman, Serge Charchoune, Zoran Music, Pablo Picasso y Saul Steinberg ha sido seleccionada para demostrar que las jerarquías en arte se pueden dinamitar, que el dibujo solo está al servicio de la imaginación gracias a los medios y la libertad que otorga, sin comprometer su inmenso potencial narrativo. Según Salvador, «Algunos artistas plantean incluso desdoblamientos de identidad para recuperar aspectos culturales reprimidos.

Spiral Hill (Colina en espiral), 1971. Robert Smithson.

«En la base del dibujo está la estructura conceptual de la  obra de arte, erigiéndose como la más espiritual y subjetiva de las creaciones artísticas visuales», como afirma el comisario, recordando que el dibujo es la raíz de la creación humana. El recorrido por la exposición nos ofrece un panorama con el dibujo como interlocutor, desde los esbozos dinámicos de Pinazo y Gargallo, al land art más utópico, las escenografías de John Davies, pasando por el maquinismo de Picabia, el horror de los rostros de González, el retablo picassiano o la ironía del pop art hasta el informalismo de Michaux.

Stadt des Orion (Ciudad de Orión), 2001. Hannsjörg Voth.

Y como conclusión no podemos evitar reflexionar sobre una trayectoria museística modélica que puede recuperarse y revalorizarse tras los avatares interesados y poco artísticos de sus últimos años. Mucho tiempo perdido y un gran proyecto que ha sufrido lo que no debía, esperemos que esa magnífica base fundacional, por ejemplo, con una colección escogida con profesionalidad y criterio, sea en el futuro respetada y engrandecida como se merece y como nos merecemos.

La exposición puede visitarse en el Palacio de la Alfajería hasta el 21 de septiembre.