Seguimos con la segunda y última parte del Decálogo contra las redes sociales. Recuerda que como decíamos ayer, y por resumir, las redes sociales son el mal.
6. «Hay un exceso de información tal que acabamos no sabiendo de nada ni enterándonos de nada».
#truestory. Hay quien piensa que tenemos tanta información a nuestro alcance que nos volvemos tontos. Porque, claro, ser usuario de cualquier red social te obliga, también por contrato, a leer todo lo que se publica. TODO, y como todo el mundo sabe, la información, el conocimiento, saber cosas, conocer otras cosas, es lo peor que le puede pasar al ser humano DE LEJOS.
Que yo me imagino que para esa gente entrar en una biblioteca debe ser sinónimo de explosión en la cabeza, muerte y destrucción, con toda esa información ahí, al alcance de cualquiera…
7. Todo es muy falso. Y muy anónimo.
Como en las redes sociales podemos elegir ser anónimos, con un nombre falso y un avatar falso, todo es mentira. no hay honestidad, mucha gente se esconde tras un avatar de Al Pacino en Scarface para vete a saber qué maldades. Pero es sólo porque estamos tan acostumbrados a que en la vida real todo sea tan honesto, tan de verdad, tan con la cara por delante que lo de las redes es un bofetón con la mano abierta.
Este punto de crearse una identidad para las redes sociales lo usan muy bien los cuñados que se hacen llamar Kiko en lugar de Francisco, que tienen una tarjeta de «Analista de nuevas tecnologías» porque trabajan vendiendo contratos de telefonía y se la pegan a su mujer con la de la tienda de enfrente.
8. Por su culpa todos nuestros movimientos están controlados.
Saben qué comemos, quiénes son nuestros amigos, dónde vamos, qué cosas nos gustan, qué leemos y hasta con quién nos gustaría echar una canita al aire. ¿Quién? TODOS: los gobiernos, Google, Facebook, Obama, Ángela Merkel, los Illuminati, la TIA… Pero, por favor, que estén tranquilos los que no tienen cuenta en ninguna red social, que nadie sabe que existen. Si tampoco entran en Internet, claro…
9. Fomentan la violencia.
Aquí estamos en un punto complicado estos días, después del pollo que se ha montado tras la detención de un joven de 19 por pedir el asesinato de políticos en Twitter. ¿Que está feo? Pues igual sí. ¿Que muchos usuarios se amparan tras el anonimato para decir cosas que no dirían a cara descubierta? Seguramente. ¿Que por lanzar proclamas en una cuenta de Twitter diciendo lo que otros muchos piensan va a haber más asesinatos de políticos? Pues, oiga, no. ¿Que Twitter tiene la culpa de que haya más violencia? Rotundamente, NO. Antes de que hubiera Twitter, y Facebook, y de todo, ya había locos gritando cosas en el fútbol, en manifestaciones, en los bares, en los medios y en sus casas.
10. Te aíslan.
El argumento de cuñadismo pro. Las redes sociales aíslan porque te conectan virtualmente con otras personas y, claro, el tiempo que pasas hablando con ellas, conociéndolas, preocupándote por ellas, aprendiendo, compartiendo cosas, planeando encuentros y sorpresas y quedando para unas cervezas y lo que surja lo quitas de tomar café mirando a la camarera. Hasta hay vídeos que lo demuestran.
En definitiva, ¡DI NO A LAS REDES SOCIALES!
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