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Top 10 cine: Las que no te debiste perder en 2016

En Cine y Series 31 diciembre, 2016

Javi Cózar

Javi Cózar

PERFIL

Decidir que un año natural ha sido bueno o malo en lo que respecta a cine es, en mi opinión, una empresa desconcertante. Y lo es primero por un problema de cantidad: vamos a un ritmo de seis o siete estrenos cada viernes, a lo que hay que sumar la cantidad de películas que no se estrenan en España, pero que hoy en día son de un acceso infinitamente más sencillo que hace años, vía festivales, plataformas online, etc. También es desconcertante porque un año puede parecer mejor o peor que otro, pero a la que se rasca un poco siempre acaban saliendo películas suficientes para rellenar un Top 10 como este.

Así que en realidad supongo que se trata de una cuestión de feeling, de una sensación más que de una certeza: uno acaba decidiendo si el año ha sido mejor o peor en función de si esas 10 películas que sobreviven a la criba pueden competir de tú a tú con las 10 del año anterior, y las del otro, y las del otro…

Comento esto porque ahora viene cuando digo que 2016 no me ha parecido un año extraordinario. Muchas películas me han gustado mucho, como cada año, pero la sensación es que pocas de ellas trascenderán cuando pasen los años. De entre todo lo que ha conseguido estrenarse este año en salas de cine en España (y que he podido ver), me han emocionado a distintos niveles películas tan diferentes como Steve Jobs, Demolición, Calle Cloverfield 10, Todos queremos algo, 13 horas: Los soldados secretos de Bengasi, Suicide Squad, Midnight Special, y Agente contrainteligente, por poner algunos ejemplos. Y hay 10 más que creo que merecen una mención especial. Son las que considero realmente imprescindibles de este 2016.

#10 Election: La noche de las bestias
Es el tercer episodio de la saga The Purge, que visto lo que ha ocurrido este año en Estados Unidos cada vez parece una distopía menos distópica. La segunda entrega fue interesante, pero al sacar a los personajes de un escenario cerrado se perdió buena parte del pulso narrativo de la primera película. Consciente o no de ello, James DeMonaco (director de las tres) apuesta aquí por un cocktail letal: cruzar el cine de terror con el de justicieros urbanos a lo Charles Bronson. El resultado: unas imágenes alucinadas (el coche encendido con bombillas, por ejemplo) y la que quizás sea la mejor de las tres películas.

#9 El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares
Hace muchos años (demasiados) que Tim Burton lleva dando tumbos en un desierto creativo de alarmante mediocridad. Big Fish fue, seguramente, su última gran película, y estamos hablando del año 2003. Desde entonces, vulgaridades, una detrás de la otra. Por eso, hay que saludar con gran efusividad una película que, si bien en el contexto del año 2016 podría perfectamente no haber acabado en este Top 10, en el de Burton supone un cierto retorno (en forma) a algunos de sus temas más queridos. La deformidad, la incomprensión social, el aislamiento, todo tocado por esa particular visión del fantastique que aflora incluso en sus peores películas.

No es perfecta, se le va de las manos en su último segmento, y respira una artificialidad visual que nada tiene que ver con la calidez de sus mejores obras, pero ¡ey!, es un Burton que emociona como no lo hacía desde Big Fish. Y esa es una de las mejores noticias cinematográficas que nos deja este 2016.

#8 Money Monster
Aunque no pueda parecerlo, el planteamiento de Jodie Foster a la hora de encarar la salvaje crisis económica de este principio de siglo es más arriesgado que el de Adam McKay en La gran apuesta, cinta cuya endiablada velocidad permitía almacenar una erudición económica del planeta que le otorgaba una (en ocasiones imposible de seguir) seguridad expositiva. La película de Foster, en cambio, no pretende enseñar nada más que los efectos de esta crisis en un ciudadano particular.

Disfrazada de thriller corriente, provista de un desarrollo simplón y nada sofisticado, Money Monster consigue decir lo mismo que La gran apuesta y que muchas otras películas más ambiciosas que han abordado el tema. Supongo que Foster debió pensar: si vamos a decirle a la gente lo mismo de siempre, es decir, que somos todos marionetas cuyos hilos están controlados por las grandes corporaciones económicas contra las que nada se puede hacer, por lo menos vamos a decirlo entreteniendo.

#7  La habitación
Mucho se viene hablando en los últimos años de la más que cuestionable calidad de los tráilers  que nos llegan de Hollywood. El problema que tienen casi todos es que son como una versión abreviada en dos minutos de la película con giros argumentales incluidos. Eso no es un tráiler: eso es un resumen. Y no saben hasta qué punto puede dañar la percepción de una película.

Yo tuve la inmensa suerte de ver La habitación sin haber visto el tráiler que, sin despeinarse ni nada, desvela un momento clave de la película que condiciona todo su visionado si se sabe de antemano. Quizás ahí radica en buena medida la emoción que me embargó durante todo el visionado. Si hay una película este año que ha sido capaz de descolocarme durante 40 minutos desde luego ha sido esta. Luego la película se transforma en otra distinta, es un dos por uno, pero milagrosamente mantiene el tono sensible hasta el final y acaba convirtiéndose en uno de los must de la temporada.

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#6 Espías desde el cielo
Será difícil encontrar este año una película más angustiosa que esta, con la excepción declarada de la que encabeza esta lista. Un artilugio anti-bélico de una precisión demoledora, Espías desde el cielo es de esas películas que te agarra desde que comienza todo el sarao y te va apretando cada vez más. Así que ojo, porque los últimos 20 minutos son de una tensión realmente extraordinaria. ¿Otra razón para verla? Ahí va: es la última película de acción real que protagonizó el tristemente desaparecido Alan Rickman.

#5 Kubo y las dos cuerdas mágicas
Los de Laika han vuelto a conseguirlo. Después del bajón de Los Boxtrolls, esta productora especializada en animación stop-motion nos ha brindado este 2016 otra pequeña maravilla fantástica. No está a la altura de la que, hasta ahora, es su mejor propuesta, El alucinante mundo de Norman, pero sí a la de Los mundos de Coraline, lo que no es poco. Un delirio repleto de magia, poesía, humor y aventuras, vertebrado por la iconografía del Japón feudal, y que marca sin duda la madurez narrativa de Laika. Sin duda, una de esas películas que anidan cálidamente en la memoria durante mucho, mucho tiempo.

#4 La invitación
Triunfadora en Sitges 2015, y de planteamiento estético minimalista (un decorado, un puñado de actores hablando todo el rato), La invitación desafía al espectador todo el rato con un juego de espejismos basado en sus propios conocimientos del thriller: explota hábilmente algunos tópicos del género para que uno no sepa del todo bien qué hay de cierto o no en ellos hasta el último tercio de proyección. Un in crescendo muy bien resuelto que finiquita su ya de por sí excelente desarrollo con un último plano trágicamente demoledor e inolvidable.

#3 Dos buenos tipos
La carrera de Shane Black descansa sobre el guion de vigorosas y muy maleducadas buddy movies como Arma letal o El último boy scout. Su puesta de largo en la dirección se hizo esperar y no llegó hasta 2005 con aquella joya llamada Kiss Kiss, Bang Bang que se atrevió con la pareja cinematográfica más imposible del nuevo milenio: Robert Downey Jr. y Val Kilmer. El ingenio afilado en los diálogos y la química evidente entre sus dos protagonistas es algo que felizmente ha heredado Dos buenos tipos, probablemente la segunda pareja cinematográfica más imposible del nuevo milenio: Ryan Gosling y Russell Crowe. Es este un Shane Black en plena forma, con toda su mala leche, su humor negro, y su inconfundible manera de entender el género policiaco. Se goza como un cerdo en el barro, porque es seguramente la película más divertida del año.

#2 Expediente Warren: El caso Enfield (The Conjuring)
Como ya afirmaba en  este artículo, considero que James Wan es lo mejor que le ha pasado al cine de terror en los últimos 20 años. El dominio absoluto de los resortes que hacen que se erice el vello de la espalda solo es igualado por su respeto formal hacia los fundamentos del género. Esta película es un nuevo ejemplo de todo esto que digo.

Rodada con maestría, explicada con la necesaria pausa lejos de los histrionismos a los que este cine nos tiene desgraciadamente acostumbrados, Expediente Warren: El caso Enfield (The Conjuring) se sobrepone a su condición de secuela cambiando el registro. Si la primera parte era casi como una película de terror dirigida por Terrence Malick, esta es una película que va creciendo poco a poco y que termina con una montaña rusa de tensión insoportable: sus últimos 20 minutos son capaces de hacer que te comas las uñas hasta los nudillos y te obligan a cerrar la boca con fuerza para que el corazón no salte disparado. Alguien capaz de provocar todo ese pavor en el cuerpo merece mi más profunda admiración y gratitud.

#1 Green Room
No creo que este 2016 se hayan estrenado en España muchas películas más angustiosas que esta. Fundiendo con habilidad el terror y el thriller, Jeremy Saulnier avanza en la senda indie estadounidense con una cinta tremenda, de una violencia explosiva y con un poso argumental que recuerda constantemente a alguna de las mejores propuestas de John Carpenter. Saulnier dialoga mano a mano con el maestro, especialmente en el uso de los espacios cerrados cotidianos (como la iglesia de El príncipe de las tinieblas o la estación polar de La cosa) que se convierten en inesperadas trampas mortales: aquí es el vestuario de los grupos musicales invitados en un local de estética neo-nazi.

Brillante y aterradora a partes iguales, Green Room es capaz de helar la sangre en no pocos momentos. Los que disfruten sintiendo asfixia en el cine no deberían dejar de verla.

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1 comentario

  • Robert

    Robert 3 enero, 2017 1:17 pm

    Las #10 y #9 de la lista me sobran muchísimo. Pero mucho.